Es una modalidad que combina, desde la planeación y de forma significativa y consistente, los siguientes componentes:
- La interacción entre el docente y los estudiantes en tiempo real dentro de un mismo espacio físico (salones de clase, talleres, laboratorios y espacios de trabajo de campo), donde ocurre el aprendizaje supervisado.
- Los contenidos, recursos y/o actividades didácticas a distancia diseñados específicamente para un entorno digital, y sobre el cual el propio alumno tiene cierto grado de control en su tiempo, espacio, ruta y/o ritmo de aprendizaje.
Dependiendo del tipo de curso, en algunos casos es posible interactuar a distancia en tiempo real a través de la tecnología.
Estos componentes por diseño están conectados entre sí, distribuidos en diferentes porcentajes que pueden variar de acuerdo con el modelo de impartición definido.