Educación a distancia: primer paso hacia el mundo digital
El Tecnológico de Monterrey fue fundado en 1943. En la década de los setenta y primera mitad de los ochenta, experimentó la expansión geográfica que lo transformó en un sistema multicampus con 26 recintos académicos a lo largo de la República Mexicana.
Ante este crecimiento surgió la necesidad de mejorar su sistema de comunicación con el fin de interconectar a sus alumnos, profesores y personal dentro de los diferentes campus. Entre otras acciones realizadas con este objetivo, en 1985 se integró a la red BITNET para ofrecer servicios de correo electrónico y envío de archivos; en 1987, se instaló una red satelital para la transmisión de voz y datos entre todos los Campus.
Habiendo aprovechado la tecnología para satisfacer la necesidad de comunicación, en 1988 surgió otra necesidad académica que llevó a la Institución a buscar nuevas experiencias y alternativas en el uso de tecnología. Al ser miembro de la Southern Association of Colleges and Schools (SACS), el Tecnológico de Monterrey debía cumplir con los criterios que establece este organismo para acreditar a sus miembros cada diez años. En 1987, ya establecido como sistema multicampus, la Institución debió pasar por el proceso de evaluación de los criterios definidos por SACS en cada uno de sus recintos. Se obtuvo la acreditación con ciertas recomendaciones a realizar en los años subsecuentes; entre ellas se pidió a la Institución cumplir con una planta de profesores que tuviera por lo menos grado de maestría en el área de su especialidad, en todos los cursos de licenciatura, y por lo menos grado de doctorado en el 25% de los cursos terminales de las carreras.
Finalmente, en 1989 se canalizó la experiencia de uso de la tecnología satelital para la comunicación y se aplicó para atender la necesidad de capacitación de profesores. Es así como surgió el Sistema de Educación Interactiva por Satélite (SEIS), el cual enlazaba a todos los campus en cursos impartidos desde las sedes Monterrey y Estado de México. El SEIS surgió como un proyecto institucional que representaría la modalidad de educación a distancia; para hacerlo realidad, se integraron esfuerzos de diferentes entidades, así como de todos los campus de la Institución.
Dentro del Campus Monterrey se integró un área para centralizar la coordinación y operación general de los esfuerzos y programas del SEIS; esta entidad se apoyó en las áreas de Informática para la operación de las tecnologías de apoyo, y en la Vicerrectoría Académica para la definición de oferta y lineamientos de operación académica de los programas.
Los diferentes departamentos académicos de los campus sede (Monterrey y Estado de México), participaron en el desarrollo e impartición de los cursos a través de sus profesores, así como en la administración académica. Por su parte, los diferentes campus de la Institución participaron en la atención de alumnos, en el tutoreo académico cuando aplicaba, y en el soporte para la recepción de cursos en aulas equipadas especialmente para ello.
Modelo de operación de la modalidad a distancia en 1989
Durante los primeros años, los posgrados fueron la prioridad en la oferta de educación a distancia, siendo en este nivel donde se ofertaron los primeros cursos y programas completos. En junio de 1989 se ofreció el primer curso: ‘Sistemas de programación’, de la Maestría en Ciencias Computacionales. Ya en agosto de ese año, se inició la Maestría en Educación con especialidades en áreas prioritarias para la formación de docentes.
Aprovechando las ventajas que ofrecía el modelo de educación a distancia diseñado para los posgrados, en enero de 1990 se ofrecieron dos cursos comunes para todas las carreras profesionales, siendo denominados “Cursos sello”: ‘Valores para el ejercicio profesional’, y ‘Valores socioculturales en el mundo’.
El primer ciclo de seis años en la modalidad a distancia logró impactar a más de 15,000 alumnos de profesional, más de 4,500 alumnos de maestría, más de 300 profesores, así como a más de 20,000 participantes en conferencias y programas de educación continua.
Ante el crecimiento en programas, alumnos y sedes externas recibiendo educación a distancia, en 1996 el Tecnológico de Monterrey decidió crear su Universidad Virtual (UV): su objetivo fue impulsar y desarrollar de forma contundente la modalidad, centralizando las iniciativas y las funciones que anteriormente se realizaban en diferentes entidades.
En esta segunda etapa no solo se incrementó y diversificó la oferta, sino que además se integraron nuevas tecnologías y modelos pedagógicos, se consolidó el e-learning, se amplió la cobertura geográfica, y se incrementó de forma considerable el número de usuarios de la modalidad. Se logró un impacto anual de más de 45,000 alumnos de grado y más de 100,000 participantes de programas sociales y de educación ejecutiva.
En 2013, inició la tercera etapa de la educación a distancia, distinguiéndose por un modelo de operación descentralizado y basado en procesos. Aunque gran parte de las funciones eran propias de la Universidad Virtual, se integraron otras entidades. Los programas totalmente en línea eran coordinados y desarrollados centralmente, pero hubo una disminución de alumnos al implementarse una estrategia institucional de selectividad. Además, creció el número de programas presenciales que integraron a su oferta componentes que antes solo estaban relacionados con la educación a distancia.
En resumen, la operación de la educación a distancia en el Tecnológico de Monterrey ha pasado por tres etapas principales:
Durante años, la educación a distancia ha permitido a la Institución resolver necesidades internas específicas y ampliar su cobertura, en contextos donde el acceso a tecnologías habilitadoras era limitado.
Sin embargo, la tecnología forma parte ya de lo cotidiano en cualquier ámbito, incluyendo el educativo. La versatilidad y rapidez de los cambios tecnológicos han transformado profundamente a la sociedad en los últimos años y han sido detonantes de cambios continuos en la educación. La tecnología ha tenido un gran efecto en la manera en que se socializa, asimila y acomoda el aprendizaje.
El Tecnológico de Monterrey comenzó un importante periodo de transformación interna con la implementación del Modelo educativo Tec21. Reflejando las premisas institucionales enfocadas en una enseñanza para el florecimiento humano, este modelo ofrece experiencias de aprendizaje retadoras e interactivas que impulsan el pensamiento crítico, así como flexibilidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo cual redefine el cómo, dónde y cuándo aprender.
El impacto de las tecnologías digitales juega un papel determinante en el replanteamiento y evolución de las metodologías de enseñanza. Lo anterior da cabida al surgimiento del concepto “educación digital”.
Para conocer con mayor detalle la historia de los últimos 30 años de la educación digital, se invita a revisar la siguiente línea del tiempo.